
En cuarentena
Es frágil la linde entre la perplejidad y la paralización. Pero ellos viven en activo el estado de alarma. Separados por Real Decreto y, sin embargo, juntos. Los alumnos del Máster Ejecutivo de Reputación Corporativa de la Universidad de Navarra ven cómo este virus pone a prueba la vocación, aunque el bicho les pilla con las defensas altas.
“Estudié Periodismo porque quería ser el nexo entre la realidad y la sociedad, para poder ayudar a las personas. Tengo la suerte de dedicarme a la salud, que nos influye a todos, y en esta crisis estoy teniendo la oportunidad de comunicar sobre temas vitales. He comprobado que la información es una herramienta fundamental para revertir esta situación cuanto antes y, como resultado final, salvar vidas”.
“De las crisis suelen surgir héroes o tenemos la oportunidad de ver a muchos. Son héroes imperfectos porque son humanos. Y eso no les quita valor, sino que se lo añade. Algunos de ellos son los profesionales del Periodismo que están dedicando sus mayores esfuerzos a brindarnos información de calidad. Están demostrando que tienen algo más allá de sus habilidades: una inmensa vocación de servicio”.
“Soy responsable de Comunicación de un centro de Formación Profesional y Bachillerato en Sevilla. En estas circunstancias excepciones de confinamiento el reto de comunicar es dar visibilidad a través de la web y de las redes sociales al trabajo del profesorado y del personal de administración. Ellos tienen el desafío de atender de una manera diferente, pero a la vez cercana y personalizada a los alumnos y sus familias”.
“La vocación periodística vive estos días en la puerta de los hospitales, en las casas frente a un ordenador; en los platós y en las redacciones. Vive y se ve a través de cualquier profesional que da el cien por cien para informar con rigor. Desde los departamentos de Comunicación de las empresas nos toca cuidar a nuestros empleados. Informar, colaborar, resolver dudas y prestar apoyo para que la situación sea lo menos disruptiva posible. No podemos olvidarnos de otros grupos de interés: asegurar y comunicar nuestra vocación de servicio y el máximo respeto a la situación deben ser prioridad de cualquier área de comunicación corporativa”.
“Quien trabaje en Comunicación sabrá que suelen ser departamentos abiertos y disponibles. Desarrollo mi labor en el sector educativo. En casos como el que estamos viviendo y, a pesar de que nuestras empresas, colegios o lugares de trabajo estén cerrados, en Comunicación no se descansa. Tener en cuenta todos los puntos de vista y todos los ‘stakeholders’ y saber manejar los tiempos es algo esencial. Requiere estar conectada las veinticuatro horas. Pero lo fundamental es enfocar nuestras acciones poniendo siempre en el centro a las personas”.
“La vocación periodística está en la búsqueda de datos de varias fuentes viables. En la precisión al contar qué pasa. En la previsión de los efectos que tendrá en los demás lo que voy a contar: verdad al mirar, sinceridad al narrar y responsabilidad al comunicar. Las profesiones de la Comunicación no son oficios ni, menos aún, simples técnicas. El buen profesional debe comprender que la Comunicación es algo más que la transmisión de datos. Es generadora de las formas de vida social. Por eso, la investigación de la realidad y el deseo de generar integración y no la distancia está en la base de estas profesiones, desde el Periodismo a la Publicidad o el entretenimiento. Si no se conoce que la Comunicación es integración, -y no solo logística, trasmisión del mensaje-, es difícil que el trabajo del comunicador sea bueno. Y si no lo es podría ser tan letal como un virus muy contagioso”.
Catedrático de Tª de la Comunicación y de la Información de la Universidad de Navarra. Director del Máster Ejecutivo de Reputación Corporativa de la UNAV.